Como todos los genes vienen en pares, los responsables del color del manto no iban a ser menos. Los genes pueden ser dominantes o recesivos, lo que no es equivalente a que los primeros sean deseables o positivos ni que los segundos sean negativos.

 

El gen merle es dominante al de color sólido. Dentro de los colores sólidos el negro es dominante respecto al rojo, y el color jaspeado (no confundir con el merle) es dominante respecto al no jaspeado. Por último, los genes responsables del color blanco (tres pares) no siempre se muestran físicamente y la ausencia de blanco es dominante respecto a la presencia de blanco en el manto (es normal y frecuente que un perro sea portador de una genética en la que el color blanco esté más presente de lo que aparente por su color exterior).